Durante la segunda mitad del siglo XX la ciencia y la tecnología se desarrollo a un ritmo tan vertiginoso que han revolucionado la vida en todos los niveles. la ciencia y tecnología aplicadas conjuntamente al conocimiento del espacio exterior, por ejemplo, han llevado al ser humano a dar a conocer nuevas teorías sobre los orígenes y las características del universo; de igual manera ha sido posible la exploración del mundo microscópico, de la geología y de química.
La ciencia y la tecnología aplicadas a la medicina han hecho de esta una práctica especialmente prodiga en adelantos quirúrgicos y clínicos.
No obstante los avances de la ciencia plantean al hombre nuevos dilemas éticos. La capacidad que la ciencia le ha dado al ser humano para manipular la genética, por ejemplo, supone una responsabilidad con implicaciones que aún se desconocen. La posibilidad de desarrollar con fines curativos nuevos medicamentos, incluso órganos puede suponer la salvación de miles de vidas humanas. Sin embargo también es factible un uso inadecuado.
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